El 1 de septiembre marca en mi cabeza, inevitablemente, el cambio de estación. Aunque muchos años estos días sean todavía de calor, este año (al menos en el momento en que estoy escribiendo esto), parece que nos hemos transportado de golpe, de las muchas olas de calor encadenadas y el sol, a pleno otoño, con cielos cubiertos, lluvias y bajada de temperaturas (*). No me quejo, a mí el otoño me encanta y que cuadre además con este arranque de mes, me encaja.
Pero la vuelta del verano, del ritmo de las vacaciones, a la rutina de la vida diaria y laboral, pese al tiempo, no siempre es fácil.
En el post de hoy quiero compartir contigo 8 ideas para poner foco en este momento de cambio y regreso, para alargar todo lo posible el bienestar de las vacaciones e incorporarlo en nuestra rutina.
Contenidos
- Aprecia los pequeños momentos
- Planifica tu semana (con materiales de papelería que te motiven)
- 3. Transforma tu hogar en un oasis de tranquilidad
- 4. Pasa tiempo en la naturaleza
- 5. Aprende a decir No
- 6. Dedícate un rato de creatividad (ten un hobby)
- 7. Mima tu cuerpo y mente
1. Aprecia los pequeños momentos
La felicidad se encuentra en los pequeños detalles. Las prisas del día a día muchas veces no nos permiten tomar conciencia de los pequeños momentos de felicidad por los que estar agradecidas. El slow life consiste en saber saborear esos momentos.
Un ejercicio que me gusta realizar a diario en mi práctica de journaling, es escribir al menos una cosa por lo que estar agradecida, y de esta forma valorar esos pequeños momentos que, de otra forma, pasarían desapercibidos. Últimamente estoy usando el diario "Mis reflexiones" de Mikaizen.es, para hacer un journaling de 5 minutos, que pueda adaptar a cualquier día - y si algún día me apetece escribir más, uso mi cuaderno que uso como diario.
2. Planifica tu semana (con materiales de papelería que te motiven)
Hoy día existen cientos de herramientas, digitales y analógicas, para organizarte. No voy a entrar aquí a profundizar cuál es mejor, sobre todo porque no existe una respuesta correcta (bueno, sí, aquella que te funcione a ti). Yo soy firme defensora de la organización en papel (o un mix de papel y digital), porque me permite tener ese momento de desconexión analógico, y el escribir las cosas a mano tiene, para mí, una magia que pierde cualquier app.
Pero tras muchos años probando modelos de agendas, desde las más baratas a otras que ya han supuesto una inversión importante, he de decir que si el planner me ha resultado agradable en cuanto a estética y material, me ha ayudado a usarlo con continuidad. De ahí que para mí, comprar agendas de +30€ o varios libros de pegatinas, para solo organizar mi día a día, lo considere una inversión y no un gasto.
[Disclaimer] soy consciente de que poder hacer estas compras es un privilegio y por el que estoy muy agradecida, y que habrá personas que este importe no sea viable porque tengan que invertirlo en otras cosas más prioritarias. Es totalmente respetable, dado que cada situación personal es única, y nunca por ello, peor.
Yo, a día de hoy, elijo hacer este "gasto" porque puedo permitírmelo, dentro de mi presupuesto, igualmente hay marcas que me encantaría probar pero que, a día de hoy (como Filofax, o Day Designer), considero que escapan de mi presupuesto -bastante - y por lo tanto, no se ajusta a mis prioridades. Y está OK. Al igual que si en la próxima compra de planificador que necesite realizar, mi situación se ha modificado y debo reducir el rango de precio, no tendré ningún inconveniente en hacerlo. Repito mi idea básica: la mejor herramienta para ti es aquella que se adapta a tu situación actual.
3. Transforma tu hogar en un oasis de tranquilidad
Que al entrar a casa, no sume a tu estrés, sino que te apetezca estar dentro, que te resulte acogedora y reconfortante después de largo día de trabajo. Es decir, que esté ordenada, limpia, y decorada a tu gusto. Esto es un gran debe en mi lista.
4. Pasa tiempo en la naturaleza
La naturaleza tiene un poder increíble para calmar nuestra mente. Quizás sea porque las plantas purifican el aire o por que el color verde relaja… aprovecha para pasear por la natura siempre que sea posible, por un parque cercano, tu jardín o terraza… y si no es posible, haz que la naturaleza llegue a tu casa (me encantan las casas que parecen auténticas junglas urbanas)
5. Aprende a decir No
Si siempre te estás quejando de que nunca tienes tiempo para ti, bienvenida al club. Es importante aprender a marcar límites y aprender a decir “no” a los planes y proyectos de otros que no te suman. Por ejemplo, ese “café pendiente” con una antigua conocida a la que no te apetece ver pero lo haces por compromiso. O aceptar todos los proyectos urgentes del trabajo que no te corresponde y que hacen que no puedas avanzar en los tuyos. Es difícil, cuesta, pero cuando lo haces, es liberador.
6. Dedícate un rato de creatividad (ten un hobby)
Tener hobbies es bueno. Tenerlos y no dedicarles nada de tiempo es… frustrante. Deja espacio en tu plan (semanal o quincenal) para alimentar tu pozo creativo.
La papelería puede ser una herramienta de expresión creativa. Dedica tiempo para escribir, dibujar o planificar tus sueños y objetivos. Esto no solo es terapéutico, sino que también te ayudará a mantener el enfoque en lo que realmente deseas.
7. Mima tu cuerpo y mente
Ya conoces el dicho: “cuídate para poder cuidar”. Realiza descansos, busca dormir suficiente, come sano y mantente activa. Cuídate. Diseña rutinas donde dediques al menos unos minutos para ti y tu bienestar.
La vuelta a la rutina no tiene por qué ser abrumador. Diseña rutinas que se adapte a tu situación, y en las que, aunque sean unos minutos, puedas desarrollar todas las áreas que quieres.
Lecturas recomendadas )
- Pasos para crear rutinas de mañana
- Rutinas para niños pequeños
- Practicar la gratitud
- Por qué deberías priorizar tu sueño
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- Conoce bien el estrés
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- 8 ideas para mejorar tu bienestar en otoño
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Gracias por este post!
ResponderEliminar¡A ti, por pasarte a leer! :)
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