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sábado, 19 de noviembre de 2022

Rutinas para niños pequeños


En otras ocasiones hemos hablado en el blog acerca de por qué soy fan de las rutinas, y por qué es bueno incorporarlas en nuestro día a día para tener más "libertad" (pese a que pueda parecer lo contrario) y darle descanso a nuestro cerebro. 

Hoy quiero hablarte, recuperando este tema, de rutinas pero con una mirada puesta en nuestros hijos. 

Por dónde hemos empezado en casa

Rutina es todo aquello que haces, cada día, sin pensar, de forma automática. Son esos pasos que repites, noche tras noche, antes de acostarte. O por las mañanas, antes de salir de casa (ducha, desayuno, dientes...). O al llegar al trabajo (encender ordenador, poner un café, repasar tu correo...). 

Con los bebés pasa lo mismo, y lo aprendes (a base de bien) con las rutinas nocturnas. Si quieres que un bebé empiece a cambiar sus ritmos biológicos -los que tenía dentro de tu tripa- para empezar a adaptarse al "día despierto" "noche durmiendo", lo que todo el mundo recomienda es trabajar en una rutina nocturna que favorezca su descanso (juegos relajantes, baño, cena, cuento, y a dormir, básicamente).

Conforme pasa el tiempo, y van ganando autonomía, es bueno comenzar a incorporar ciertas rutinas para que, por ejemplo, las mañanas de cole sean más fáciles para todos. 

Para ello, descargué del blog Our happy Hive estos dos carteles de rutinas, para la mañana y la noche, que me parecieron muy sencillas y sobre todo: visuales. Porque me permiten usarlas y que las entienda, aún sin saber leer. Los pictogramas hacen que sea más fácil de identificar el gesto o hábito, desde pequeñitos.




Así que J. los tiene impresos en su cuarto, y por las mañanas y por las noches, los repasamos, para saber qué nos toca hacer. 

A mi, además, a la rutina de la mañana, me gusta añadirle unos 5 o 10 minutos de cariños, porque despertar con prisas no le sienta bien a nadie. En cambio empezar la mañana con calma, caricias y risas, es un gran despertar. Así que opto por adelantar el despertador esos 10 minutos, y los pasamos con abrazos, o incluso si está muy activa, jugando un poco. Ese rato de atención plena, solo para ella, lo agradece mucho. 

Algo que ha sido clave: hacerle partícipe de la rutina. 

Los carteles que le saqué, aunque están "semi-impuestos", no le obligo a pasar por todos los pasos (por ejemplo, hay noches que tiene tanto sueño que no leemos), y la cama todavía no la hace ella (alguna vez le animo a ayudarme). Le dejo elegir el orden en que quiere realizar los pasos, y poco a poco, con el paso de los meses, va ganando autonomía, y siendo ella quien recuerda qué le falta y lo hace. 


¿Por qué implantar rutinas ?

Las rutinas nos dan seguridad y organización  (sabemos qué paso viene después). Sabemos qué se espera de nosotros, por ejemplo con la rutina de la mañana (qué se espera que tenga hecho antes de salir por la puerta). Nos reducen el estrés, ya que no hay incertidumbre (conoces lo que hay que hacer en cada caso). 


¿Y las rutinas de la casa? 

Los niños aprenden por imitación. Y a partir de los 3 años, aproximadamente (cada niño es un mundo en cuanto a su desarrollo pero es una edad que generalmente es buena para empezar), se puede comenzar a inculcar ciertas rutinas para que ayuden en casa. En casa procuramos que vea que el mantenimiento del hogar no es algo asociado a un género o rol, todos hacemos cosas. La casa es de todos y por eso, todos aportamos, para estar a gusto. 

Lo primero es enseñar cómo se hace y acompañarles para que lo hagan. Empezar con cosas pequeñas, tareas muy concretas y adaptadas a su desarrollo. Por ejemplo: tirar algo a la basura, o llevar su plato al fregadero. 

Obviamente, no son robots, requieren un acompañamiento y un periodo de aprendizaje. Pero con el paso de los días irán ganando poco a poco, también, autonomía en este sentido. 

Hacerles partícipe de estas pequeñas acciones por la casa, les fomenta la autonomía pero también su sentido de pertenencia (al hogar) y su confianza (yo puedo hacerlo).

En casa no hemos implantado todavía un sistema de rutinas de tareas del hogar, como el de la mañana y la noche que te mostraba arriba, pero no tardaremos en hacerlo, visto el desarrollo de J. Ni vivimos en una casa adaptada al estilo Montessori (aunque me encantaría). Pero vamos haciendo nuestros avances.

Por ejemplo, en los cubos de reciclaje de la cocina, pegué unos carteles con dibujos del tipo de productos que reciclábamos en ellos, clasificados en 3 colores. De esta forma, desde pequeña hemos podido dejarla tirar "basura" en el recipiente adecuado (al principio, con frases muy concretas como "¿puedes tirar esto al cubo verde?", y poco a poco siendo más genéricas como "¿lo puedes tirar tú a la basura?" y si ella tiene dudas de dónde se tira, te consulta por el color al que debe depositarlo). 

Algo que ha sido clave: usar frases muy claras. No sirve decir "vamos a recoger el cuarto", funciona mejor algo concreto, por ejemplo "guardemos los coches en la caja", "guardemos los muñecos". 


Algunas tareas del hogar que pueden realizar hasta los 5 años

  • Poner su plato y vaso en la mesa. Retirarlos al terminar.
  • Tirar basuras al contenedor adecuado
  • Limpiar la mesa con una bayeta (no quedará perfecta)
  • Ayudar en la preparación de alimentos, poco a poco (ayudar a untar, a poner en un bol, a batir...)
  • Recoger sus juguetes
  • Separar la ropa sucia / guardar la ropa limpia (lo de doblar, quizás más adelante)
  • Poner comida a las mascotas
  • Barrer el suelo con un cepillo pequeño 
  • Regar plantas con un spray o una regadera pequeña (no pesada)


Algunas tareas del hogar que pueden realizar de los 6 a los 12 años

  • Poner la mesa de toda la familia (y recogerla al terminar)
  • Poner el lavavajillas (colocando en compartimentos los diferentes artículos) y vaciarlo
  • Fregar la vajilla
  • Usar electrodomésticos sencillos para preparar comida (exprimidor, microondas...) y otros más complejos con supervisión
  • Hacer la cama
  • Recoger sus juguetes
  • Limpiar el polvo de estanterías
  • Barrer el suelo. Fregar el suelo
  • Mantenimiento de mascotas 
  • Preparar su mochila 
  • Hacer sus deberes (al principio con mayor supervisión)
  • Preparar su almuerzo para el recreo 

Cuando ya empiezan a tener "responsabilidades" tras el colegio (extraescolares, deberes, estudiar) es bueno fomentar una rutina de "la tarde", donde tengan tiempo para desconectar de toda la jornada del colegio, tengan tiempo para mantenerse activos (jugando en la calle, haciendo deporte o simplemente jugando), pero también tengan tiempo para sus obligaciones (sus deberes, sus estudios). Es muy adecuado que se vayan haciendo -con el tiempo- responsables de su mochila, vaciar y llenar con lo que necesitará al día siguiente, su almuerzo, y sus tareas (como con el uso de agendas adaptadas a su edad... te lo dice alguien que usó agenda desde que tenía ¿10 años?). 

Las rutinas irán evolucionando con los años, y el aumento de sus responsabilidades, y como toda rutina, necesitarán un tiempo de adaptación y adopción. Por lo que paciencia, y acompáñales en el proceso. Busca la manera en que sea más fácil para ellos incorporarlo (quizás sea con algo más visible como un cartel impreso, o plastificado que puedan ir tachando lo que han completado). 

Algo que será clave: rutinas solo con lo más necesario. No sirve de nada hacer una rutina de 100 pasos. Es imposible (piensa si tú serías capaz). Las mejores rutinas son las que cuentan con lo básico, lo mínimo que tienes que hacer cada día. De esta forma, se incorporan con más facilidad (y siempre puedes ir incorporando un nuevo paso, cuando ya tengas hecho hábito, los demás). 


¿Tienes hijos? ¿Cómo has incorporado las rutinas con ellos, en tu caso? Me encantará conocer tu experiencia


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