Termina el año a lo grande: Reto 100 días de productividad

23 de septiembre. Hasta final de año nos quedan 100 días -si no me equivoqué en las cuentas-

Equivalen a 2400 horas. 

Ahí es nada.

¿Cómo llevas tus objetivos de éste año? Probablemente, estés entre la mayoría de personas que los ha dejado de lado, o estén sufriendo por ellos... ¿Qué te parecería hacer un pequeño sprint final, en uno de ellos, sólo uno, de aquí a final de año?

Hoy quiero lanzarte un reto ¿te apetece?

Contenido del post:

1. El reto #100daysofproductivity
1. En qué consiste
2. Qué puedes hacer
3. Para qué sirve
4. Cuándo comenzar
5. Cómo registrar tu avance
2. El concepto de "Daily-ish"

El reto #100DaysOfProductivity

Conocí hace años este hashtag y este reto, en comunidades de bloggers de estudiantes, que se motivaban unos a otros a hacer un pequeño esfuerzo de cara a los exámenes. Pero es un reto que me parece totalmente extrapolable a cualquier objetivo que queramos realizar, y por eso lo traigo hoy aquí. 

¿En qué consiste el reto?

Tal como el nombre indica, consiste en "ser productivo"(*) durante 100 días. Realizando durante entre 30 y 60 minutos cada día, una tarea de tu lista de pendientes. O, si lo prefieres, de ese hábito o proyecto que estás postergando y que tanto te cuesta adoptar o terminar. 

(*) Empecemos definiendo qué es "ser productivo" en este contexto. Ya que esto nunca será igual para dos personas. Cada una de nosotras tendrá una realidad, un entorno, y unas metas diferentes. Por lo que es importante que seas tú, y solo tú, quien decida qué considerarías aquí "lo he hecho", es decir, cómo medirías que has cubierto hoy tus expectativas. 

¿Qué puedes hacer?

Es sorprendente todo lo que puedes conseguir con un poco de consistencia, después de 100 días de trabajo. Por eso, te animo a que pienses en algo que te esté costando especialmente realizar, o que sea algo que necesitas hacer sí o sí (por ejemplo, eres estudiante y necesitas estudiar para llevar los programas al día). 

El reto original está relacionado con el estudio, pero lo puedes adaptar a lo que mejor te venga. 

Imagínate cuánto puedes avanzar si dedicas 100 días a hacer 30 min de ejercicio, a leer 30 minutos, meditar durante 30 minutos, limpiar y organizar un rincón de tu casa durante 30 minutos, ... o simplemente, sacas tu lista de tareas pendientes durante 100 días y avanzas en ellas. 

Avanzas. Terminas cosas. 

¿Para qué sirve?

Poner tu foco en realizar tus temas pendientes, te permite avanzar. Dejar de lado la procrastinación, y centrarte en aquello que tienes delante. Reduces tu frustración. Reduces la carga mental de recordar todo lo que tienes que hacer, porque lo haces. Te sientes mejor. 

¿Cuándo comenzar?

Te lo cuento hoy, por la gracia de ser los 100 últimos días del año, pero en realidad no tienes que esperar a ninguna fecha especial. Usa esta idea cuando necesites dar un empujón a cualquier proyecto. 

¿Cómo registrar tu avance?

¿Has oído hablar de "no romper la cadena"?  En esto consiste, como motivación extrínseca y visual. Cada día que realices tu tarea, marcas en un registro de hábitos, calendario, o donde consideres, tu avance. Cada día, una marca. Cada vez que añades una, es un eslabón más, que acaba formando una cadena. 

Visualmente, te estás motivando -con un poquito de gamificación de la más básica- a intentarlo de nuevo al día siguiente porque a tu cabeza le está encantando la pequeña dosis de dopamina que le da el sumar un eslabón más a esa cadena. 

Si quieres que hagamos piña en instagram, podemos usar la etiqueta #100díasSlowPlanning (mencióname en @slowplanning para poder verte!) 

Además, he diseñado este imprimible, disponible para suscriptores de la newsletter, por si te resulta útil. 

El concepto de "Daily-ish"

Lo reconozco. Nunca he completado una cadena de 100 días de algo, conscientemente (y digo conscientemente, porque sí que lo he hecho, por ejemplo, tomar mi café en el desayuno, lavarme los dientes, etc cosas así, diarias, pero no las tengo en cuenta para este ejemplo). Me refiero a dedicar 100 días continuados para trabajar en crear un hábito. Por ejemplo, meditar al despertarme. O escribir en mi diario. O hacer pesas. Lo que sea.

Lo intento, eso sí. Muchas veces

En algunos momentos, me he puesto demasiada exigencia, e incluso culpa, por no ser capaz de cumplir con algo que disfruto en teoría, durante 100 días “nada más”.

Y en torno a esta idea de rebajar la exigencia, y un poco por serendipia, llegué a un concepto que defiende Caylee de Get Messy: el concepto de “daily-ish”

Esta idea la podríamos traducir como “casi diario” quizás. Según Caylee, la leyó por primera vez en el libro de “Meditation for fidgety skeptics”. Básicamente es ese momento cuando intentas mantener un hábito diario, y te pierdes un día, y te sientes mal por ello, y afecta a que te pierdas el siguiente, y siguiente y acabas sumando muchos días y al final, te cuesta volver al hábito, y es casi como volver a empezar.

Pero cambiar la idea de “daily” (diariamente) a “daily-ish” (casi a diario) te da el permiso de saltarte un día, si es que lo necesitas.

Consistencia imperfecta, lo llaman. 

Y me encanta la idea.

La consistencia, aunque no sea diariamente, pero si de forma (muy) habitual, es consistencia, al fin y al cabo, y si te ayuda a crear ese hábito o rutina, bienvenido sea.

¿Te animas a realizar el reto?  Comparte tu avance en #100díasSlowPlanning 

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