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sábado, 2 de abril de 2022

La relación entre limpieza y estrés... Y una rutina del hogar que probar



Para algunas personas, el inicio de la primavera significa también involucrarse en un proceso de limpieza en profundidad. Hoy comparto contigo una rutina que estoy (intento) siguiendo, para mantener mi casa; pero además reflexionaremos sobre el componente psicológico de la limpieza frente al estrés.

¿La limpieza como terapia?

Ostras... tómame este título un poco con pinzas. 

La primavera la sangre altera, y a algunas personas, nos da por limpiar un poco más. Quizás sea la sensación de volver a empezar, de renacer que nos acerca el cambio de estación. El tener más días de sol, la sensación de empezar a tener la casa más abierta...y la necesidad de "renovar" (el aire, los espacios, etc). 

Si bien es cierto que hay ciertas tareas de mantenimiento de un hogar que conviene hacer cada 3 o 4 meses, como una limpieza más a fondo, es parte de la cultura popular, el realizarlo con los cambios de estación, ya que muchas veces aprovechas ese momento para ir adaptando poco a poco tu casa a esa nueva temporada (los cambios de temperatura que nos hacen modificar las ropas de abrigo, o el uso de espacios exteriores, por ejemplo).

Pero además hay cierto componente psicológico que me parece curioso compartir, y es que a algunas personas (me incluyo entre ellas), limpiar les resulta terapéutico frente al estrés. El proceso en sí, muy mecánico, en que no necesitas pensar, pero que a su vez, te permite poner todo tu foco en esa tarea manual que estás realizando, me relaja (hay prácticas de mindfulness que se pueden realizar con este tipo de actividades, donde pones todo tu foco en la experiencia que estás teniendo, por ejemplo, al fregar los cacharros). Sí, por muy raro que te parezca. 

También hay otro aspecto, y es que en momentos de ansiedad, donde parece que todo se nos escapa de control, limpiar implica realizar pequeñas acciones que finalizamos. Vemos el resultado (y además, es satisfactorio), lo que nos ayuda a relajar un poco nuestra mente. 

Por no hablar, por supuesto, que un espacio ordenado es muy beneficioso para la calma y la concentración. 

Por cierto, ¿sabías que ver vídeos de personas limpiando y recogiendo produce el mismo efecto en nuestra cabeza, que si limpiamos y recogemos nosotros? A ver, no nos va a ayudar a tener nuestra casa más limpia, pero si tienes un momento de agobio, una escapadita de 5 minutos al baño, y un par de vídeos después, y lo mismo te sirve de empujoncito...


Una rutina de limpieza que probar

Llevo un tiempo poniendo o (ehem... ) intentando poner en práctica la rutina de limpieza de Clean Mama. Su planteamiento es que, si mantienes esta rutina, tendrás una casa organizada en 30 minutos al día. 

Spoiler: si partes de una casa que no has tocado en días, no esperes que en 30 minutos esté como los chorros. Seamos realistas.


La rutina consiste en una serie de actividades a realizar de forma diaria, semanal y mensual, así como una serie de actividades que no tienen fecha concreta y que puedes ir añadiendo en tu calendario.

Actividades diarias

  1. Hacer las camas (una cama hecha ya da más apariencia de orden a un dormitorio, automáticamente)
  2. Recoger el suelo (por el mismo motivo, las cosas por en medio dan sensación de desorden)
  3. Limpiar las encimeras (especialmente la cocina)
  4. Recoger las cosas que estén fuera de su sitio
  5. La colada (lavar, tender, guardar o planchar)


Actividades semanales

Clean Mama plantea un calendario, pero puedes adaptar los días y orden a tu situación. El original es este:

  1. Lunes: baños
  2. Martes: polvo
  3. Miércoles: aspirador
  4. Jueves: fregar suelos
  5. Viernes: ponerte al día
  6. Sábados: cambiar toallas y sábanas
  7. Domingos: descansar


Actividades mensuales

La idea es centrar cada mes nuestro foco en un espacio concreto (por ejemplo: enero la cocina, febrero el salón, marzo el dormitorio...) o tarea que lleve mucho más tiempo (por ejemplo: arreglar muebles, organizar espacios...).

A mí me gusta más centrarme por espacios, está como más limitado y claro. 


Tareas esporádicas

Estas son las acciones que no son necesarias de realizar todas las semanas, si no de forma esporádica. Propone estas de ejemplo pero puedes añadir / quitar las que se adapten a tu situación:

  • Aspirar y fregar el sótano
  • Limpiar las lámparas
  • Limpiar las alfombras
  • Blanquear las juntas
  • Pulir la madera
  • Cambiar los filtros
  • Limpiar el horno / electrodomésticos
  • Limpiar las ventanas
  • Limpiar los pulsadores, mandos, etc...

Como te digo, las primeras veces que lo pongas en práctica, si partes de un desastre, tardarás más de 30 minutos. El planteamiento de esta rutina consiste precisamente en eso: en hacerlo de forma rutinaria. De esta forma, tu trabajo será sobre todo de mantenimiento más que de limpieza, y de esta forma, se reduce drásticamente el tiempo que necesitas emplear para llevarlo a cabo.

También, es lógico que cuantas más personas estén involucradas, mejor. No es lo mismo dedicar 30 min al día una persona, que dos...o tres. Se abarca mucho más. 

Otro punto importante que cuenta, y tiene toda la lógica del mundo, es que cuantas menos cosas tengas, menos te costará recoger y limpiar. Es de cajón ¿verdad? Si tienes una estantería llena de pequeñas figuritas, esos 30 minutos se los comerá solo la estantería cada vez que tengas que limpiar el polvo. 

Pero de reducir y minimalismo, mejor hablamos en otro momento. 


Como te digo, esta es la rutina que estoy tratando de poner en práctica, aunque muchos días no he llegado ni al mínimo de las tareas diarias. Pero tener una organización clara, definida, es de gran ayuda. 


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Foto principal: Daiga Ellaby on Unsplash

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