Pensé que no me daría tiempo pero al final, haciendo poquito a poquito, he podido preparar una propuesta diogenera para este mes.
Mi transformación de turrón a estuche.
El año pasado compré un turrón (riquísimo por cierto) que venía en una cajita de madera. En cuanto lo ví, supe que no lo tiraría porque ya estaba imaginando usos. Y uno de ellos, fue hacerme un estuche.
Para ello, sólo necesitaba, además de limpiar decentemente la cajita, pintura acrílica y cinta o washi tape para hacer un diseño que no se tapase con la pintura. Con dos capas de pintura, quedó liso, tapado todo el dibujo original de la caja.
El dibujo que dejé "en blanco" no me terminaba de gustar. No resaltaba tanto como pensaba. Así que opté por colorearlo a mano, con rotulador permanente.
¡Y dicho y hecho! En cuanto se secó pude comenzar a usarlo. Tiene altura suficiente para llevar varios bolígrafos, rotuladores o lo que necesites.
Eso sí, la abertura es fácil, así que ya estoy dándole vueltas a cómo mejorar el sistema de cierre.
Esta entrada participa en el reto #diogeneras de este mes. Para ver todos los participantes del reto, visita este enlace.