Esta semana os traigo otra receta exprés para merendar o desayunar, con las masas de hojaldre ya preparadas, que son de lo más socorridas. Los rollitos de canela o cinnamon rolls.
Este bollo es muy famoso en los países nórdicos y en EEUU. Yo lo probé hace unos años, y me encantó. El bollito calentito, recién hecho, con su sabor a canela, uhmm.. se me hace la boca agua.
He pensado muchas veces en intentarlo, haciendo la masa, y horneándolos. También he pensado en compar los que venden congelados, pero no creo que estén la mitad de buenos que uno casero. Así que, esta semana, he optado por apañarlo con el medio hecho en casa..
Ingredientes
- Masa de hojaldre ya preparada (tipo La Cocinera)
- Mantequilla (3 cucharadas)
- Canela (1 cucharada)
- Azucar moreno (2 cucharadas)
- Leche condensada para decorar
Manos a la masa
Extendemos la masa de hojaldre sobre una superficie plana, como la tabla de cortar. Vamos a cortar la masa en forma de espiral. Se puede hacer con un cuchillo, simplemente marcando la espiral. La masa es fina y se corta sin problemas.
En un cuenco, vamos a derretir la mantequilla hasta que esté pomada. Le añadimos el azúcar y la canela y lo mezclamos bien. Pintamos la masa con esta mezcla. Ahora podemos comenzar a enrrollar la espiral. Podemos hacer un rollito gigante, o varios pequeños. Hoy he optado por los pequeñitos. Así es más fácil controlar cuánto comes ;)
Se colocan los rollitos en una bandeja de horno y horneamos durante 30 minutos a 220º. En poco tiempo, empezará a oler deliciosamente. El olor de la canela me encanta.
Al sacarlo podemos decorar con un poco de leche condensada y/o más canela. Este plato es una bomba calórica, eso sí. Me gustó mucho, pero lo repetiré poco por ese motivo.
De todas formas, quiero perfeccionar la receta porque me ha resultado un poco pesada, por la mantequilla. Si os fijáis en las fotos, se nota la mantequilla derretida al sacarlo del horno. Investigaré otras formas de realizarlo, para que no queden nadando en grasa.